8/2/08

UN SUEÑO

Un día soñé que trepaba a los muros de una casa para tomar los rayos del sol y cuando desperté me había convertido en una lagartija flacucha, verde y sin cola. Otro día me soñé hormiga y al abrir los ojos sostenía una carga diez veces más pesada sobre mis hombros. Después me soñé buitre y me convertí en ave de carroña. También me soñé Kafka y desperté en la alacena, junto al frasco de avena, en forma de cucaracha. Todos los días soñaba algo nuevo y siempre me hallaba en lugares distintos y tan remotos. Pero una noche de abril se me olvidó soñar y desde entonces no he conseguido despertar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que profundo, sabes lo que escribes me da miedo mmm eso es bueno!!!